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El maravilloso fenómeno de aprender no funciona igual en todos nosotros. Nuestro cerebro percibe primero la información y después la procesa, pero no todos lo hacemos de la misma manera. Y ahí está la clave de nuestras diferencias. Hemos ido estimulando nuestro cerebro para que vaya por un camino u otro, para que dé prioridad a una cosa o a otra. Por ejemplo, ante una misma situación, unas personas perciben la información de una manera concreta y otras de forma abstracta. Son maneras opuestas a la hora de percibir. También encontramos polos opuestos a la hora de procesar la información: unas personas procesan más rápido si entran en acción y otras son más eficaces en el procesamiento si están quietos y reflexionan.
Para conocer mejor cómo funciona tu cerebro a la hora de aprender, puedes preguntarte:
Normalmente presto más a tención a…
… los hechos concretos, los detalles, lo sucedido, lo dicho, la emoción…
Si tu respuesta es afirmativa, percibes primero lo concreto.
… el contexto, el sentido de las cosas, el origen del acontecimiento, las consecuencias…
Si tu respuesta es afirmativa, percibes primero lo abstracto.
Pienso que soy más eficiente e incluso más creativo…
… cuando estoy haciendo cosas… es decir, sobre la marcha.
Si tu respuesta es afirmativa, procesas mejor cuando entras en acción.
… cuando estoy quieto… es decir, reflexionando.
Si tu respuesta es afirmativa, procesas mejor cuando estás en reflexión.
Aquí tienes un resumen de los distintos estilos de aprendizaje, combinando estas dos variables que hemos visto.
¿Ya sabes cómo aprende mejor tu cerebro? No hay una manera mejor que otra de aprender, sino tu manera. Las distintas formas de aprendizaje son necesarias porque son complementarias ¡Viva la diversidad! Estas claves son muy valiosas. Identificar cómo percibimos y cómo procesamos, es conocer nuestras fortalezas y por tanto podemos apoyarnos sobre ellas con más conciencia, sin juicio y sin tratar de cambiarlo. Aunque los extremos no son buenos, es interesante equilibrar también. Recuerda que si aprendes mejor así y has hecho un hábito de ello, es porque es tu mejor estrategia. Pero además, podemos incorporar la manera opuesta de percibir o procesar, en situaciones en las que necesitamos ampliar la mirada y nuestra zona de confort… Tu manera de aprender, te ha ayudado a llegar hasta aquí, deberías darle las gracias 😉
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